¿CÓMO LE HARÁN?
noviembre 15, 2017 at 1:24 ,
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No es creíble que llegue a realizarse, pero si no es posible, entonces Anaya y Barrales tendrán pretexto para darle hacia adelante al plan original y tener en manos de esos dirigentes la candidatura presidencial y para el gobierno del ex Distrito Federal.
De alguna forma, dieron a conocer que habrá consulta abierta a la sociedad, mediante voto libre, directo y secreto, mediante lo cual tendrían la mayor posibilidad de tener la Presidencia en sus manos.
Eso da la posibilidad de que el Frente sea ciudadano, pero dejaría sin posibilidades a Barrales y Anaya, para negociar entre ellos la repartición del pastel y llegar con mejores candidatos a la elección del primer domingo de julio del próximo año, sin agandalle y sin dedazos.
Hay un obstáculo para los susprantes, porque tendrían que desembolsar algunos pesos, porque el INE está impedido por ley para organizar elecciones internas, pero sí les puede prestar padrones actualizados; instalaciones de las 32 juntas locales y 300 juntas distritales, equipo de cómputo y materiales de capacitación.
Pero también deberán rasurar el padrón, porque se supone que deben participar solamente sufragantes sin partido, debido a lo cual, los frentistas deben restar los padrones del PRI, consistente en seis millones 368 mil 763, cifra oficial; también quitar a los del Panal, consistente en 657 mil 864; los del Partido del Trabajo 513 mil 315; Partido Verde, 308 mil 224; Partido Encuentro Social, 244 mil 388 y Morena, 319 mil 449.
Los marginados sin participación en la consulta para elegir al candidato del Frente, serían ocho millones 412 mil tres personas, registradas como militantes de otros partidos, pero tendrían oportunidad setenta y siete millones 541 mil 709 personas.
Pero también quedarían sin el pretexto de echarle la culpa al PRI o demás partidos, además que pueden recurrir a la suscripción de convenios con los colegios de notarios públicos, abogados, universidades, cámaras empresariales y otras organizaciones civiles, para que sean ellas las que designen a los funcionarios de casillas, coordinadores y supervisores.
Según las proyecciones de los dirigentes partidarios, podrían llegar al 12.9 por ciento de la lista nominal ya rasurada, por lo cual de 77 millones, la lista de participantes se reduce a unos diez millones de personas para elegir al candidato frentista.
Pero para lograr la participación de esos diez millones de personas, los panistas y perredistas con el partidillo, deberían instalar trece mil 33 casillas y contratar a ochenta mil funcionarios de mesas receptoras, lo cual representa 45 casillas por cada uno de los 300 distritos electorales.
En la inteligencia de que dinero es lo que nos sobra, se calcula que para el inédito ejercicio de selección de candidatos, solamente tendrán que invertirle al proceso democrático, unos 120 millones de pesos, dinero que no están dispuestos a soltar las dirigencias de los partidos, toda vez que según los perredistas no tienen ni para hacer su proceso de cambio a la dirigencia nacional.
Sin embargo eso les vale madre a los suspirantes por la candidatura y deberán pagar en partes iguales, Ricardo Anaya, Rafael Moreno Valle y Silvano Aureoles, cada uno un piquito de 40 millones de pesos, como quien le quita un pelo a un gato.
Si los suspirantes le aportan esos 40 millones de pesos, ya tendrían totalmente rebasado el tope autorizado por el INE para la precampaña. Tienen autorizado erogar 67 millones 222 mil pesos cada uno, pero en su promoción ya se gastaron más que eso.
Sueño guajiro y por eso los políticos prefieren el dedazo, sistema patentado por el PRI y sus tapados, pero en el tricolor ya se encuentran convencidos de que los principales, el que tiene menos posibilidades de ganar la elección presidencial es precisamente el del Presidente Peña.
Las encuestas indican que por cualquiera menos por el PRI en la presidencial, a lo cual se agrega que el Presidente es el peor evaluado en 25 años y esto lo convierte en un activo de negación al voto por parte de la ciudadanía para el candidato que nombrarán desde Los Pinos.
El descontento nacional es también por los gasolinazos y la inflación de siete por ciento, las dudas sobre el Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos y Canadá, lo cual influye en la paridad peso-dólar, pero el dirigente nacional tricolor dice que van a ganar.
Si se toma en cuenta que era difícil la conformación del Frente y es todavía más difícil que logren el proceso abierto para la selección de candidato, el plan presidencial es llevar el descarrilamiento del Frente con la nominación de Anaya para la presidencial, con lo cual la pareja sería entre López Obrador y el PRI.
Según Riva Palacio en el Financiero, la estrategia tricolor es nominar buenos candidatos en las entidades donde se renovará la gubernatura y si no ganan, sí tener el mejor segundo lugar, con aprovechamiento de la fuerte estructura tricolor en las entidades y la debilidad de la propia estructura de Morena, con lo cual y mediante las sumas de mejores primeros y segundos lugares, sumar para tener el mejor resultado nacional, toda vez que Anaya sería un candidato que solamente restaría votos a López Obrador, pero los inconformes panistas optarían por el PRI y no por Morena.
PAN y PRD son rivales en ideología y MC con muchos trabajos logró su registro en la anterior elección y por ello Morena y el partidillo no tienen voto leal, mismo que con una buena campaña ladearía a los indecisos, porque Morena es solamente López Obrador, el Peje y nadie más.
La meta para el PRI es detener la caída libre que presenta desde 2015, cuando perdió el gobierno de 11 millones de mexicanos, mientras que Morena y el partidillo Encuentro Social en su primera participación electoral, se embuchacaron casi cinco millones de votos, de los cuales siete de diez fueron para Morena.
De las entidades con mayor cantidad de electores, en la elección del 2015, el PRI perdió Nuevo León por el presunto independiente Jaime Rodríguez, entonces el Bronco y en Veracruz por las corruptelas cínicas de Duarte, venció Yunes al otro Yunes en la tierra de los corruptos.
De la Ciudad de México ni hablar, porque la batalla será entre PRD y Morena, con más posibilidades para las flotas de López Obrador, porque no pintan PAN ni PRI, pero podría ser para Morena por los caprichos del Peje.
El PRI perdió también Puebla por más de diez puntos porcentuales y en Jalisco las encuestas le dan amplia ventaja a Enrique Alfaro del partidillo MC, por lo cual solamente puede aspirar a ser el mejor segundo lugar y la joya de la corona, Estado de México, se encuentra con tres puntos de diferencia con Morena, pero sus aliados no definen todavía si permanecen leales al tricolor.
Por el momento en el PRI le rezan a san Ricardo Anaya porque logre la candidatura presidencial, pero en caso de que el Frente sea una realidad, entonces la elección sería de tercios, con ventaja para Morena y su candidato López Obrador y en pelea reñida por el segundo entre Frente y PRI.